Hace más de siete meses desde la última revisión de Wii, que todavía no pudo ser hackeada por completo, y ya tenemos otra nueva. La placa cuenta con las mismas limitaciones que la D3-2 (solo puede ser modificada para cargar copias desde USB o SD), pero en este caso además parece que la consola no permite intercambiar el lector ni el láser por un modelo anterior.
La scene todavía no ha decidido si llamarla D3-3 o directamente D4, ya que las diferencias son significativas respecto a las placas anteriores. Como podéis ver en la imagen la nueva es mucho más compacta y no tiene el hueco en el centro que tenían el resto de revisiones.
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